Hasta hace algunos años, no teníamos clara la extensión de las actividades humanas en el espacio cibernético. De la creación de un software y de diversas páginas web, hemos transitado a ser más de 4 mil 500 millones de usuarios de internet. Además, se estima que alrededor de 6 de cada 10 empleados en el mundo, ahora trabajan de forma permanente desde casa y que utilizan herramientas como Microsoft Teams y Zoom, que alojan a 52 mil 83 y 208 mil 333 usuarios por minuto, respectivamente. También, se intercambian 41.6 millones de mensajes vía Whatsapp cada 60 segundos. Lo anterior, es tan solo una muestra de la preponderancia del mundo cibernético en nuestra vida.
La preocupación sobre la ciberseguridad se ha exacerbado con la pandemia, conforme los gobiernos y las empresas aceleran su transformación digital con el propósito de adaptarse mejor a su entorno. El pasado 29 de junio la Organización de las Naciones Unidas (ONU) llevó a cabo su primer debate abierto sobre ciberseguridad del Consejo de Seguridad con el fin de alcanzar un mejor entendimiento sobre los crecientes peligros derivados de las actividades maliciosas en el ciberespacio y su impacto en la paz y la seguridad internacionales, así como plantear los esfuerzos globales para promover la paz y la estabilidad en el ciberespacio.
En los últimos días hemos visto noticias de ciberataques a empresas de Estados Unidos, por los que culpa a la República Popular China. Después de la injerencia de Rusia en las elecciones en Estados Unidos y de la afectación a sus sistemas de energía y producción de alimentos, el país del norte se encuentra mucho más alerta.
La Casa Blanca tiene la sospecha de que China está detrás de un ataque de ransomware contra un objetivo estadounidense que involucraba una "gran petición de rescate" en millones de dólares. También se menciona que al menos una empresa estadounidense había sido víctima de hackers que trabajaban en asociación con el servicio de inteligencia chino.
Las acciones tomadas por este país no pasan desapercibidas, además de Estados Unidos, los países incluidos en el colectivo de intercambio de inteligencia Five Eyes, FIORC, (Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda y Canadá) realizaron anuncios similares acusando a China de participar en un "comportamiento irresponsable y desestabilizador en el ciberespacio". Japón y la Unión Europea también se unieron al anuncio, al igual que la OTAN, que por primera vez condena públicamente las actividades cibernéticas de China.
Es un hecho que la configuración geopolítica del mundo se está moviendo al mundo cibernético. Es probable que de ahora en adelante este tipo de noticias se vuelvan más frecuentes. El reto es, ¿Qué está haciendo México al respecto?, ¿Existen planes, estrategias o políticas para proteger las instituciones de seguridad nacional? Tendremos que seguirle el paso a lo que está pasando en el mundo, tarde o temprano nos veremos inmersos en esa realidad sin margen de tiempo para reaccionar.
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