México es uno de los pocos países en el mundo considerado como megadiverso, al poseer una gran cantidad de animales y plantas. Para ser considerado megadiverso, un país debe tener por lo menos 5,000 especies endémicas de plantas. Otros criterios incluidos en el concepto son: diversidad de especies, diversidad de niveles taxonómicos superiores (géneros, familias, etc.), y diversidad de ecosistemas, incluyendo la presencia de ecosistemas marinos y de selvas tropicales.
De esta gran biodiversidad, México alberga alrededor de 140,000 especies de hongos de las cuáles se ha estudiado menos de la mitad. De todos estos, se concentran 53 especies de hongos psilocibes, de las cuales más del 50% de ellas se encuentran en el estado de Oaxaca.
Los hongos psilocibes y sus variedades han formado parte de rituales ancestrales de comunidades indígenas en nuestro país, ya que se consideran sagrados o divinos por comunidades mazatecas, chinantecas, mixes, zapotecas y chantinas, y se comenzaron a estudiar en 1934. Desde el año 2000, se comenzó a estudiar una sustancia activa presente en los hongos psilocibes: la psilocibina.
Esta sustancia, cuenta con una especial afinidad a los receptores de serotonina que se encuentran principalmente en el cerebro. Tras ser consumida, la psilocibina cambia de manera selectiva la función de los receptores de serotonina, y genera un estado alterado de conciencia. Esta sustancia ya puede ser sintetizada, es decir, fabricada químicamente. Y también se ha encontrado en 200 especies de hongos alucinógenos alrededor del mundo.
El próximo miércoles 20 de abril, tengo el gusto de presidir el Conversatorio: Psilocibina, Innovación para la Salud Mental, que tendrá lugar a las 10:30 am y estará disponible para todo el público mediante una transmisión en vivo por el canal de youtube del Canal del Congreso. Donde tendremos la oportunidad de conocer a profundidad, de la mano de expertos de México y el mundo, las variedades de hongos que contienen psilocybe en nuestro país, sus usos ancestrales, y las e innovaciones que sustentan que es posible utilizarlos en salud pública para tratar padecimientos como depresión, ansiedad y tratamiento de adicciones.
México necesita avanzar en materia de salud. Es tiempo de que los mexicanos conozcan los beneficios de la psilocibina para tratar enfermedades y sumarse a la investigación de este compuesto. Sobre todo, después de la pandemia por COVID-19, que ha impactado gravemente la salud mental de millones de personas.
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