Hoy en el Senado aprobamos prohibir los ECOSIG. Los ECOSIG son los “Esfuerzos Para Corregir la Orientación Sexual e Identidad de Género”.
Estas practicas no son otra cosa que falta de humanidad y ética, son ignorancia e intolerancia, que disfrazan la homofobia, transfobia y el miedo a la diversidad con supuestos "tratamientos" psiquiátricos, psicológicos o de consejería espiritual, con la intención de modificar algo tan íntimo y único como es la orientación sexual o identidad de género de una persona.
No hay nada que curar. La diversidad nos enriquece como sociedad. Una persona con una orientación, identidad o expresión de género distinta a la heterosexual no está enferma. Hoy aprobamos prohibir estas “pseudo” terapias y prácticas que sumergen principalmente a personas vulnerables, como niños, niñas y adolescentes, en la vergüenza, en la humillación, llevándo incluso al suicidio.
No solo es violencia psicológica y emocional, los ECOSIG usan agresiones físicas, tortura, medicación forzada, exorcismos, electroshocks, privación de la libertad, violaciones correctivas.
La ONU, en su Informe “Prácticas de las llamadas terapias de conversión” señala que el 98% de quienes fueron sometidos a estas prácticas sufrieron daños irreparables, que son una especie de tortura y que no existe evidencia científica que demuestre su eficacia.
Prohibir los ECOSIG importa, porque es una deuda histórica reparar los daños causados a la comunidad LGBTTTIQ+.
Prohibir los ECOSIG importa, porque es una responsabilidad del Estado proteger y garantizar los derechos humanos de todas las personas, incluido el derecho al libre desarrollo de la personalidad.
Prohibir los ECOSIG importa, porque nuestras leyes reflejan el tipo de sociedad que somos, las conductas que valoramos y las que no pueden ser toleradas.
Prohibir los ECOSIG importa, para tener un país con seres humanos libres, íntegros y plenos; sin miedo y resentimiento a una sociedad que no les permite ser.
Prohibir los ECOSIG importa, para construir una sociedad de derechos y de libertades desde el respeto a la diversidad.
Con esta votación en el Senado, estamos en el lado correcto de la historia, la del respeto, la dignidad y la libertad.
Reconozco el profesionalismo, dedicación y entrega de Citlalli Hernández y Patricia Mercado, con quienes presenté esta iniciativa. Al compromiso y la pasión de activistas y organizaciones. Genaro Lozano, Iván Tagle, Paola Santillán, Ale Paredes, Salvador Cacho, Enrique Galdeano, Jorge Díz y todes les integrantes de YAAJ y de “It Gets Better México”. a todes, gracias por visibilizar estas terribles prácticas, por su tiempo, por insistir, por no dejar de tocar puertas para que hoy estemos aquí.
Gracias a las Comisiones Dictaminadoras por su compromiso con los derechos humanos.
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