Cuando hablamos de igualdad hablamos de la condición equitativa para todos los seres humanos de ser reconocidos ante la ley como personas con el mismo valor y sin padecer ningún tipo de limitación por motivos de raza, sexo, idioma, religión u opinión política. Pero para entender la importancia de la igualdad, debemos ser conscientes de las desigualdades, las que día a día padecen una gran cantidad de personas a quienes se les ha limitado el derecho de ser quienes quieran ser.
Hay desigualdad cuando aun existen leyes que niegan el derecho a escoger a una pareja del mismo sexo, que obligan a mantener en secreto las preferencias sexuales o que permiten sanciones por expresar la diversidad.
Hay desigualdad cuando en las sociedades se obliga a las personas a seguir estándares para continuar estudiando, tener acceso a servicios de salud y mantener o conseguir un empleo.
Hay desigualdad cuando al expresar preferencias diversas, alguien puede ser sometido a tratamientos, torturas y medicación para intentar “corregirlo”.
Hay desigualdad cuando al querer ser libre de estereotipos y estándares sociales, automáticamente te conviertes en un ser vulnerable a ataques emocionales y físicos, que han terminado en asesinatos.
¿Por qué continuamos limitando la libertad y felicidad de otros seres humanos debido a nuestros prejuicios?, ¿por qué la igualdad no se aplica para todas las personas?, decidir a quién amar, cómo vivir y ser tratados por igual son parte de nuestros derechos como seres humanos por lo que deben estar garantizados en todo momento.
Es necesario continuar la lucha por la visibilidad de la situación de desigualdad que la comunidad LGBT+ enfrentan solo por el hecho de ser. Porque, ¿qué es la vida si no podemos vivir siendo quienes somos?
Es una anhelo y derecho de todos los seres humanos vivir en libertad, pensar, actuar decidir libremente, Frances Wright quien luchó por la abolición de la esclavitud, la universalización e igualdad en la educación y los derechos de la mujer escribió «La igualdad es el alma de la libertad; de hecho, no existe libertad sin ella.» Para vivir en libertad luchemos por la igualdad.
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