Hoy que conmemoramos el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, la Organización de las Naciones Unidas hace un llamado a no dejar a nadie atrás y a realizar un nuevo contrato social donde sus voces sean escuchadas y sus derechos reconocidos. La pandemia por Covid-19 ha acentuado la desigualdad y desventajas en las que viven los pueblos indígenas alrededor del mundo, que representan el 6,2% de los habitantes. Una de estas desigualdades es el acceso a tecnologías de la información, la conectividad y las habilidades digitales; herramientas necesarias para continuar con actividades educativas y de acceso a la información.
En nuestro país, de acuerdo con UNESCO, los pueblos indígenas enfrentan dificultades al tener poco acceso a Internet y a servicios de telecomunicaciones ya que el 44% de la población rural no cuenta con cobertura de datos de telefonía celular, esta situación, sumada a las carencias económicas, sociales y de alfabetización digital han sido un bloque para el acceso pleno a los derechos humanos durante la emergencia sanitaria. A su vez, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) reportó que el 69.5% de la población indígena (8.4 millones de personas) está en situación de pobreza y 27.9% en pobreza extrema (3.4 millones de personas).
La UNESCO menciona que el reto en nuestro país consiste en procurar que estas comunidades, muchas veces alejadas de zonas urbanas, tengan cobertura y accesibilidad tanto a internet como a la señal de televisión abierta, y que cuenten con equipos como computadoras, tabletas, y teléfonos celulares, principalmente para que puedan participar en el programa de “Aprende en casa”, implementado por la Secretaría de Educación Pública.
En este punto, es indispensable la capacitación en el uso de estas herramientas tecnológicas tanto para padres de familia como para maestros, así como el fomento a la creación de una ciudadanía digital que permita acompañar la educación a distancia con una experiencia segura en línea.
En este sentido, resulta de la mayor importancia que el Estado se comprometa para proteger y ayudar a que todos los niños, niñas y adolescentes, cuenten con acceso a Internet y se beneficien del tiempo que pasan en línea. Expertos consideran que los enfoques para abordar el uso de la tecnología, debe centrarse no en restringir el tiempo en línea, sino en qué hacen y cómo se comportan cuando están en línea.
Por ello, se deben de impulsar esfuerzos que les enseñen a reconocer y protegerse de los riesgos en línea y de la desinformación. Por lo anterior, propuse un proyecto de Decreto que busca fomentar y promover la formación de ciudadanos y ciudadanas digitales conscientes de sus derechos y responsabilidades en el uso y aprovechamiento de las tecnologías de la información y la comunicación que les permitan desarrollar las habilidades para participar segura y efectivamente en comunidades en línea.
Los indígenas enfrentan la pobreza desde una situación en desventaja y con grandes carencias, que son un impedimento para eliminar las brechas digitales y cubrir la necesidad de estar conectados e informados. Es imprescindible proteger e integrar a los pueblos indígenas, asegurarnos de que tengan acceso a las tecnologías de la información, reducir la brecha digital y así garantizar que no dejemos a nadie atrás.
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