Imagina que no puedes salir a la calle a menos de que seas acompañada por tu papá, hermano, marido o familiar hombre cercano. Imagina ser abogada, ingeniera, maestra o cualquier otra profesión y no poder trabajar fuera de tu hogar. Imagina que tus hijas tienen prohibido asistir a la escuela y practicar deportes. Imagina no poder asomarte por la venta de tu casa o reír a carcajadas. Imagina que en lugares públicos no puedes volver a mostrar tu cara y debes cubrir tu cuerpo de pies a cabeza. Imagina que estás enferma y no puedes recibir atención médica porque el doctor es hombre. Imagina que estas son solo algunas de las prohibiciones en tu vida, tus derechos no valen más y revelarte significa ser objeto de terribles abusos verbales, azotes e incluso la muerte.
Después de que Estados Unidos retirara sus tropas de Afganistán y los talibanes tomaran el control del país el pasado 15 de agosto, esta terrible pesadilla está por convertirse nuevamente en una realidad para las mujeres y niñas afganas. Aún no sabemos qué pasará con los talibanes en el poder, pero en los 90, la última vez que ocuparon el gobierno, las mujeres y las niñas vieron desaparecer sus derechos y libertades.
El mundo observa con horror las imágenes de pánico y caos que se desarrolla en Kabul, mientras miles de personas luchan por sus vidas y abandonan sus hogares pidiendo refugio.
"Estoy profundamente preocupada por los derechos fundamentales de las mujeres y de las minorías. Los poderes globales, regionales y locales deben reaccionar de inmediato, pedir un ‘alto el fuego" inmediato, proporcionar ayuda humanitaria urgente y proteger a los refugiados y civiles", tuiteó la destacada activista por los derechos de las mujeres, Malala Yousafzai quien en 2012 fue víctima de un atentado por parte de los talibanes pakistaníes.
Leemos expresiones de angustia y preocupación en todos los medios. La gravedad del conflicto hace que muchos nos sintamos angustiados e impotentes pero vivimos en un mundo digitalmente conectado, existen formas en la que todos, desde cualquier parte del mundo, podemos ayudar al pueblo afgano, que desesperadamente necesita alimentos, protección y refugio. Alcemos la voz y exijamos a nuestro gobierno y a los organismos internacionales puedan alcanzar de manera urgente soluciones que eviten el sufrimiento del pueblo afgano. No debemos mirar a otro lado, es en estos casos cuando nuestra humanidad está a prueba y en que las instituciones deben cumplir con sus mandatos.
Estas son algunas de las organizaciones benéficas e iniciativas a las que nos podemos sumar:
Una sociedad globalizada también es una oportunidad para sumar esfuerzos desde cualquier lugar y hacer la diferencia para quienes hoy necesitan de toda nuestra ayuda.
*Fotografía: de la serie "Mother, Daughter, Doll" de Boushra Yahya Almutawakel. 2010.
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