Con motivo de la Semana Nacional de la Ciberseguridad, el pasado lunes 5 de octubre tuve el privilegio de moderar una mesa de discusión sobre los retos de nuestro país en un tema que debe ocuparnos a todos de una manera urgente: La ciberseguridad.
Fue una experiencia enriquecedora no solo porque participaron cuatro personas expertas en esta agenda, sino porque desde diferentes perspectivas, se contrastaron ideas, opiniones e incluso propuestas para enfrentar un fenómeno que está impactando a todos los sectores de nuestra sociedad y que compromete la seguridad e integridad de todas las personas. Y que además, afecta de forma diferenciada a grupos vulnerables como lo niños, mujeres, adultos mayores o las comunidades originarias donde la cultura de la ciberseguridad sin duda se debe fortalecer y ser prioritaria.
Las distintas trayectorias, campos de ocupación y formación de los participantes en la mesa permitió que las opiniones fueran diversas, informadas pero sobre todo propositivas. De la mesa de discusión me quedo con las siguientes acciones que debemos ejecutar de forma urgente:
Colaboración: Establecer alianzas en todos los niveles y ámbitos de nuestra sociedad, representa el primer pilar para consolidar una cultura de ciberseguridad que sea efectiva y eficiente para todos.
Educación: Impulsar una cultura de ciberseguridad desde edades tempranas es clave para construir la sociedad del conocimiento.
Inversión: Destinar recursos técnicos, humanos y financieros en el fortalecimiento de políticas y herramientas que contribuyan a la detección, protección y seguridad de internet.
Estandarización. Definir de una forma clara las políticas, procedimientos, estrategias, legislación y mejores prácticas en seguridad de la información es vital para coordinar los esfuerzos que se realizan para lograr abatir este fenómeno.
Actualización. Los cambios son inevitables. Fomentar una cultura de adaptabilidad y de actualización constante permitirá que las capacidades de respuesta ante nuevos retos y riesgos sean proporcionales a las amenazas que puedan afectar nuestra integridad y seguridad.
No permitamos que el futuro nos siga alcanzando, redoblemos el paso. La pandemia ha acelerado la transformación digital y esto nos obliga a continuar y fortalecer los esfuerzos y no pausar nuestra marcha para garantizar que el uso y aprovechamiento de las tecnologías de la información y comunicación se realicen de una manera adecuada, segura, responsable y confiable.
Tenemos hoy una obligación y responsabilidad de actuar con una perspectiva que proteja ante todo la dignidad humana, y también el carácter libre, diverso y seguro de Internet. Hagamos que la prevención, la colaboración, la detección y la protección sean los pilares para la conformación de una estrategia de ciberseguridad que que garantice el futuro de México.
Te invito a ver la repetición de la mesa de discusión. Aquí.
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